Como principal institución de salud de la provincia de Holguín especializada en la atención de casos sospechosos y confirmados de Covid-19 funciona actualmente el Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín que durante el enfrentamiento a la pandemia ha reorganizado sus servicios y adaptado sus protocolos de actuación al complejo escenario sanitario con eficaz respuesta médica.
El descenso de los contagios al virus SARS Cov-2 está dando un respiro a la asistencia hospitalaria en el territorio. No obstante, en lo que va de 2022 hasta la fecha en el Cuerpo de Guardia Respiratorio de este centro se han atendido más de dos mil pacientes —principalmente de los municipios de Holguín, Báguanos y Gibara—, de los cuales han ingresado un poco más de 700 con estancia promedio de hospitalización entre cinco y siete días.
Estaban preparados para recibir alrededor del 20% de los enfermos en el territorio, sin embargo los ingresos actuales no superan el 5% de los casos confirmados. Esa estadística corrobora la disminución considerable del impacto pandémico hospitalario con respecto al pico de 2021 —julio y agosto— cuando el “Lucía” llegó a habilitar unas 700 camas para el cuidado de estos pacientes. Ahora tienen una capacidad de alrededor de 250 y solo usan un poco más de 90.
Decrecen los ingresos y los casos graves y críticos por causa de esta enfermedad “con una prevalencia e incidencia diferente a la del año anterior. Está disminuyendo la transmisión en la comunidad y por tanto llegan casos menos complicados y menos casos con factores de riesgo —explicó el doctor Joel Leyva Rodríguez, que cumple la función de Organizador de los Servicios Médicos del Clínico Quirúrgico para hacer frente a esta emergencia sanitaria— porque aunque la variante Ómicron es más contagiosa que las anteriores en estos momentos los enfermos no manifiestan un daño muy agravado, es decir la llamada tormenta de citoquinas no se ha expresado a todo su nivel”.
Como médico y paciente que superó un estado grave y múltiples complicaciones debido al contagio del nuevo coronavirus, este especialista en Medicina General Integral (MGI) y máster en Terapia Intensiva, conoce de cerca los peligros de esta dolencia para la vida. Desde su vivencia personal y profesional destaca la capacidad resolutiva de la asistencia hospitalaria en el cuidado y recuperación de los enfermos de Covid-19, y el fundamental aporte de la ciencia cubana con productos innovadores de las industrias biotecnológica y farmacéutica que en tiempo récord han desarrollado sistemas de diagnóstico, fármacos y vacunas con alta efectividad.
“De los medicamentos cubanos para la atención al paciente clasificado como moderado y grave generalmente usamos el Interferón y ya cuando se ha ganado la respuesta inmunológica y lo que queremos es modularla o modificarla tenemos el Nimotuzumab, el Itolizumab (anticuerpos monoclonales) y la Jusvinza (inmunomodulador). Tenemos —agregó— una gama importante de antibióticos desde la vía oral hasta la parenteral”.
“Contamos con un colectivo de médicos jóvenes con una disposición tremenda”, y también gran sensibilidad humana, preparación y habilidades demostradas en la reducción de los riesgos de infección. El efecto del esfuerzo de los profesionales de la salud y del personal de apoyo tiene un impacto en el bien común y bienestar de los pacientes.
Impacto directo en la salvación de la vida
Durante casi dos años los trabajadores del Clínico Quirúrgico de Holguín —a pesar del cansancio, adversidades-limitaciones y mayor exposición al contagio—, han encontrado fuerzas en su formación humanista y han enaltecido el compromiso ético de servir a la comunidad durante la crisis sanitaria más compleja que ha enfrentado la humanidad en los últimos 100 años.
Armados de valor, conocimientos y dedicación asumen cada día la atención directa a sospechosos y positivos al nuevo coronavirus, vigilan su evolución y respuesta al tratamiento, prevén complicaciones graves y acompañan su recuperación, una consagración que marca la diferencia en el control de la pandemia y reconocen y agradecen los holguineros.
Kersting Leyva Rojas, especialista en Medicina Interna y jefa de Servicios de Infecciosos, se refirió a que en estos momentos los casos positivos hospitalizados son principalmente pacientes geriátricos —considerados de alto riesgo— con neumonías o patologías crónicas descompensadas, y mencionó algunas secuelas y complicaciones posCovid-19 que ya han afectado a holguineros como fibrosis pulmonar, insuficiencia renal, miocarditis, mialgias, polineuropatía e insomnio.
Apenas tiene 35 años y desde el comienzo de la pandemia encara con valentía al virus SARS CoV-2 prevaleciendo su vocación de servir, ayudar y cuidar a quien más lo necesite. “Esta experiencia nos ha hecho crecer como médicos y como personas, trabajamos en equipo desde que el paciente llega a cuerpo de guardia y entre todos luchamos para que pueda salir vivo”.
Esa actitud de colaboración está presente también en los estudiantes de sexto año de Medicina Jorge Calderón Domínguez y Samira Pacheco Leyva que como aprendizaje inolvidable apoyan la asistencia hospitalaria en el contexto de un inusual periodo epidemiológico, a la vez que agradecen la oportunidad de crecimiento en su formación profesional e insisten en que la percepción del riego es pilar básico para contener la transmisión del virus.
Por su parte Carlos Alejandro Fernández, especialista de Primer Grado en Medicina Intensiva y Emergencia, ponderó la garantía de la sostenibilidad de los servicios de cuidados intensivos, la disminución de la mortalidad y el nivel de desempeño elevado impuesto por la Covid-19.
“En esta etapa el hecho de que la población esté vacunada y la mayoría haya tenido su dosis de refuerzo ha contribuido a que la evolución de los pacientes haya sido mucho mejor. ¿Qué pacientes son los que fundamentalmente evolucionan a la gravedad?, los de edades avanzadas, los postrados, los que tienen comorbilidades descompensadas, o sea muy pocos pacientes jóvenes o que tienen vacunación completa. Tenemos una sala de terapia con 18 camas que hasta ahora ha suplido la necesidad de los pacientes graves, igual que la sala de vigilancia intensiva. Ya este año comenzó la epidemia a descender y esperamos que ese sea el comportamiento futuro. Nuestra labor preventiva ha tenido repercusión en la recuperación de los enfermos”, señaló la subdirectora de Atención al Grave del Hospital Clínico Quirúrgico de Holguín Dra. Joanne Leslie Graña, e instó, a pesar del descenso de los contagios, a no descuidar las medidas de autocuidado y responsabilidad social.
Fuente: RadioAngulo.cu